El partido comenzó con Quilmes decidido a ser protagonista, pero Estudiantes se cerraba bien, presionaba y salía rápido de contra. A los 10 minutos, la visita tuvo la primera, porque se escapó de contraataque, centro atrás desde la izquierda de Facundo Pereyra, definió en el área chica Nicolás Rinaldi y tapó muy bien Rodrigo Saracho.

A los 13 volvió a llegar la visita con un tiro libre al área de Franco Lonardi, peinó en contra Mariano Pavone y Saracho manoteó la pelota por arriba. De ese corner desde la izquierda, cabeceó solo Juan Cruz Randazzo y la pelota se fue rozando el palo derecho. En un cuarto de hora, la visita ya había llegado tres veces ante un Cervecero desorientado.

A los 25, otra más, Nicolás Pelaitay quedó mano a mano con Saracho con poco ángulo, tapó el arquero y en el rebote, el mismo Pelaitay definió y la pelota pegó en el ángulo. Estudiantes ya era más, era más claro con la pelota y llegaba con peligro. Quilmes llegó recién a los 36, y cuando menos lo esperaba, llegó la apertura del marcador: Pavone levantó la pelota en el área, dio en la mano de Randazzo y el juez dio penal. Facundo Pons lo ejecutó al palo izquierdo, el arquero fue al otro lado y Quilmes se puso 1 a 0. Cuando no lo merecía y con un penal inesperado, El Cervecero lo pasaba a ganar y obligaba a la visita a arriesgar atrás.

A los 43, Facundo Pons dejó la cancha con una molestia muscular y fue reemplazado por Pier Barrios, y el equipo pasó a defender con cinco. A los 46 volvió a llegar la visita, cuando tras un centro desde la derecha definió solo Facundo Pereyra y tapó Saracho de manera espectacular. Esa fue la última, porque no pasó más nada y el juez pitó el final. 

REACCIONO Y VOLVIO A SUMAR DE A TRES
En la segunda etapa, El Cervecero salió al campo con Matías Villarreal en lugar de Adrián Calello, que estaba amonestado. Estudiantes salía con todo a buscar el empate, y a los 3 llegó claro, con un violento remate de Nahuel Arena y tapó muy bien de nuevo Rodrigo Saracho, la gran figura de la cancha.

De a poco Quilmes empezó a salir del asedio, comenzó a hacerse cargo de la pelota y a buscar el segundo, y a los 15 llegó clarísimo, cuando Julián Bonetto metió un centro rasante desde la derecha, el arquero Ezequiel Centurión despejó con los puños, la pelota le quedó a Mariano Pavone que le dio y Juan Randazzo despejó de cabeza en la línea.

El partido era parejo y de ida y vuelta, aparecían los espacios y así comenzaban a aparecer las jugadas de peligro. A los 20, doble cambio en Quilmes: Tomás Bottari entró por Bonetto y Tomás Blanco lo hizo por Mariano Barbieri. Estudiantes seguía buscando y a los 26 minutos encontró el empate: corner desde la izquierda de Enzo Acosta, cabeceó Randazzo y adentro.

Con el partido 1 a 1, la visita se adelantó, envalentonado por el empate, y empezaba a descuidarse. A los 33 entró Emanuel Moreno por un exhausto Agustín Bindella. Y a los 34, el propio Moreno puso a Quilmes de nuevo arriba: centro desde la derecha de Martín Ortega, cabeceó Moreno en el segundo palo y adentro.

El Cervecero se ponía 2 a 1 cuando no la pasaba bien y volvía a respirar. En los minutos finales la visita fue con todo sin fortuna, Quilmes aguantó bien y así se quedó con la victoria.

NO MEJORA PERO SUMA
Que la victoria fue inmerecida, ya no quedan dudas. En el primer tiempo, Estudiantes fue mucho más, llegó una infinidad de veces y Quilmes lo ganaba gracias al penal. En la segunda etapa, la visita no fue tan clara, de todos modos llegó al empate y pudo haber aumentado, pero fue El Cervecero el que encontró el segundo en una jugada aislada. 

Con la victoria, Quilmes llegó a 45 puntos y se sigue despegando de sus perseguidores, bien afianzado en la zona de reducido. El equipo no juega bien, comete errores, pero gana. Y con ese clima, corregir durante la semana es mucho más fácil. Porque de cara al choque del próximo domingo ante Mitre, tiene mucho por mejorar.