Una familia recibirá una compensación por los daños causados por un incendio en su hogar, el cual fue originado por un lavasecarropas defectuoso que aún estaba en garantía. La decisión fue tomada por la Justicia, que consideró que el incendio fue provocado por un fallo en el aparato, que no había cumplido con los estándares de seguridad.

El caso fue presentado por una pareja, que demandó tanto a la aseguradora como a la tienda que vendió el electrodoméstico. En su denuncia, reclamaban la reparación de los daños y perjuicios ocasionados por el fuego, que afectó su vivienda. El producto involucrado, un lavasecarropas, aún se encontraba dentro del período de garantía cuando ocurrió el incidente.

Los jueces señalaron que, si bien se encontraron algunas fallas en la instalación eléctrica de la vivienda, como la falta de una correcta conexión a tierra y un interruptor de mayor amperaje del recomendado, no se pudo probar que estos problemas fueran la causa directa del incendio. En cambio, el foco del siniestro fue identificado como el sobrecalentamiento de la bomba de agua del aparato defectuoso.

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De acuerdo con la resolución judicial, las partes responsables del producto —tanto el fabricante como el vendedor— no pudieron demostrar que el daño no era atribuible a ellos. Por lo tanto, se desestimaron las objeciones de estas empresas sobre su responsabilidad en el incidente.

Finalmente, la Justicia concluyó que la familia debía ser compensada por los daños sufridos, dado que no se logró probar que el incumplimiento de las normas de instalación eléctrica hubiese evitado el desastre originado por el mal funcionamiento del electrodoméstico.