El miércoles se produjo un insólito intento de usurpación de una vivienda en Quilmes, que fue frustrado gracias a la intervención de personal del Comando de Patrullas, que acudió al lugar luego de recibir un llamado de emergencia. 

El incidente tuvo lugar en la calle Pringles y Ascasubi, donde tres personas ingresaron a la vivienda saltando el muro perimetral y una reja interior, quizás pensando que estaba deshabitada. Pero una vez adentro, le dijeron a la azorada dueña de casa que debía abandonarla porque ellos eran los legítimos propietarios del inmueble.

Según el informe policial, a las 8 de la mañana, un equipo de patrulleros de Quilmes se dirigió al lugar tras ser alertado por un llamado al 911. A su llegada, los oficiales se encontraron con una casa de color rojo, que se encontraba cercada por una pared baja y un portón de rejas que impedía el acceso al patio trasero. Una mujer, identificada como la propietaria del inmueble, se acercó a los uniformados para explicar la situación.

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La dueña de casa, quien había vivido en la propiedad durante muchos años, mostró documentación antigua que confirmaba su propiedad sobre el lugar. Sin embargo, dentro de la vivienda se encontraban los tres malvivientes que también presentaron documentos.

Entre los ocupantes del inmueble se encontraba una mujer y dos hombres. La primera presentó un boleto de compraventa y otros documentos relacionados con la propiedad. Tras escuchar las versiones de las personas involucradas, se procedió a calmar los ánimos y las personas que intentaron usurpar la vivienda fueron trasladadas a la comisaría.

La policía secuestró los documentos presentados por los usurpadores y llevó a cabo una serie de actuaciones judiciales. En el transcurso de la jornada, la causa fue elevada a la Justicia, y el juez interviniente dispuso la aprehensión de dos de los implicados (los dos hombres), mientras que la mujer fue imputada al caso pero quedó en libertad. La documentación de la vivienda presentados por los tres sujetos sería falsificada.

Ayudó el testimonio de una vecina, que confirmó que la denunciante habitaba esa vivienda desde tiempo inmemorial, echando por tierra la versión de los tres inescrupulosos.

El hecho fue finalmente registrado como una tentativa de usurpación, y las autoridades continúan con las investigaciones correspondientes. La rápida actuación policial evitó que los responsables pudieran consumar la usurpación, protegiendo así los derechos de la legítima propietaria de la vivienda.

Cabe mencionar que los acusados de usurpación son: Un sujeto de 60 años, argentino, divorciado, enfermero, nacido en Córdoba y domiciliado en la localidad de José C. Paz; el segundo tiene 69 años, nacido en Bernal, jubilado, domiciliado en Florencio Varela, mientras que la mujer tiene 42 años, argentina, quilmeña y residente en Quilmes centro, empleada doméstica.